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La historia del chico que se prostituía por Internet

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  • La historia del chico que se prostituía por Internet

    Unas semanas antes Justin había instalado una c?mara
    en su computadora (webcam) con la esperanza de poder
    relacionarse con otros chicos. Sin embargo, los únicos que
    habían respondido eran hombres que le mandaban mensajes
    mientras contemplaban su imagen. Para Justin no eran m?s
    que unos amigos que le halagaban y le hacían regalos.
    Una tarde de 2000, uno de sus espectadores le envi? una
    propuesta: estaba dispuesto a pagarle 50 d?lares si posaba
    sentado frente a su webcam, con el torso desnudo, durante
    tres minutos. El hombre explic? que Justin pronto recibiría el
    dinero. Justin se quit? la camiseta. "Pens? que, al fin y al cabo,
    me quitaba la camisa gratis en la piscina —explicaba hace
    poco—. ¿Cu?l era la diferencia?".
    Así comenz? la vida secreta de un adolescente al que engatuzaron para vender im?genes de su cuerpo en Internet durante cinco a?os. Este alumno brillante y aficionado al fútbol se vio arrastrado a ofrecer un espect?culo delante de la webcam —desnudarse, ducharse, masturbarse e incluso tener relaciones sexuales— para un público de m?s de 1.500 personas que le pagaron en esos a?os cientos de miles de d?lares.
    La siniestra historia de iniciaci?n de Justin es un efecto secundario de los avances tecnol?gicos. Hay menores que crean, muchas veces bajo el patrocinio de adultos, p?ginas pornogr?ficas pagas en las que colocan sus im?genes. Y lo hacen desde la intimidad de sus hogares, con los padres al otro lado de la puerta.
    Una investigaci?n de The New York Times sobre este rinc?n de Internet descubri? que estos sitios surgieron sin llamar la atenci?n de la policía ni las organizaciones de protecci?n del menor.
    No se conoce la dimensi?n de la pornografía infantil a trav?s de webcam porque es un fen?meno nuevo y clandestino. Pero Justin Berry no est? solo, ni mucho menos. Un portal de la Red que anuncia p?ginas webcam pagas, muchas de ellas pornogr?ficas, enumera un mínimo de 585 p?ginas creadas por adolescentes. Una consecuencia de las indagaciones del diario es la puesta en marcha de una investigaci?n criminal a gran escala.
    En junio, The New York Times localiz? a Justin Berry, que entonces tenía 18 a?os. En varias entrevistas, Justin revel? la existencia de un grupo de m?s de 1.500 hombres que pagaban por sus im?genes, adem?s de pruebas sobre otros menores identificables que estaban siendo explotados. El diario obtuvo los nombres y los datos de las tarjetas de cr?dito de los que pagaron a Justin para que actuase ante la c?mara, y analiz? los antecedentes de 300.
    The New York Times convenci? a Justin para que dejara el negocio y contribuyera a proteger a otros chicos en peligro, para lo cual le ayud? a ponerse en contacto con el Departamento de Justicia estadounidense. Las detenciones y acusaciones contra los adultos a los que identific? como proveedores y traficantes de pornografía comenzaron en setiembre.
    "El hecho de que estemos deteniendo a tantos posibles implicados puede llevarnos a centenares de individuos y quiz?s a salvar a cientos de ni?os de los que aún no sabemos nada", explica Monique Winkis, una agente del FBI.
    Fuentes de la policía dicen tambi?n que, con la cooperaci?n de Justin, han logrado tener una guía para descubrir este sector oculto.
    "No quería que esa gente hiciera da?o a ningún chico m?s", explicaba recientemente Justin.
    En 2000, Justin vivía con su madre, su padrastro y su hermana peque?a en Bakersfield, California, una ciudad de 250.000 habitantes. Tenía ya tal destreza con la computadora que había registrado su peque?a empresa de desarrollo de p?ginas Web. Por eso se sinti? fascinado cuando un amigo le ense?? su webcam. Justin consigui? la suya. "Pens? que me ayudaría a hacer nuevos amigos, tal vez a conocer a chicas de mi edad", dice.
    En cuanto Justin conect? la c?mara a la computadora de su dormitorio e instal? el programa, su imagen qued? autom?ticamente registrada en spotlife.com, un directorio en Internet en el que figuran los usuarios de webcam y sus datos de contacto. A los pocos minutos ya le había llegado un mensaje de su primer depredador.
    Sus nuevos amigos eran generosos. Uno le explic? c?mo crear una "lista de deseos" en amazon.com, donde Justin podía pedir lo que quisiera: accesorios de computadora, películas... Adem?s, los hombres llenaban un vacío en la vida de Justin, cuya relaci?n con su padre, divorciado, era difícil.
    Cada vez que su madre le preguntaba de d?nde salían esas tecnologías nuevas y el dinero que tenía, Justin le respondía que de su negocio de desarrollo de p?ginas Web. Justin creía que estaba en algo importante, una gran comunidad de adolescentes con empresas propias. Se les conocía por un nombre famoso en esta subcultura de Internet: se llamaban a sí mismos "putas de c?mara".
    A principios de 2003, un ex compa?ero de clase encontr? videos pornogr?ficos en Internet, sacados de la p?gina de Justin, hizo copias y las reparti? por la ciudad. Justin fue objeto de burlas y palizas. En febrero se produjo otro suceso traum?tico. Justin estaba volviendo a hablarse con su padre, pero desapareci?. Poco despu?s llam? a su hijo desde M?xico. Justin le pidi? que le dejara ir con ?l. El chico cuenta que le confes? los detalles de su negocio y que la nueva relaci?n pronto se convirti? en colaboraci?n. Justin cre? una nueva p?gina Web que llam? mexicofriends. En ella aparecía practicando sexo en directo con prostitutas. Pronto se convirti? en una p?gina muy popular, y Justin en una de las estrellas juveniles m?s solicitadas de la pornografía por Internet.
    Justin intent? romper con su vida varias veces. En junio empez? a comunicarse por Internet con una persona que nunca le había enviado mensajes. Justin temi? que fuera un agente del FBI. Se encontraron y descubri? que el hombre era el autor de esta nota.
    En las últimas semanas, Justin ha vuelto a casa de su madre. En su último día juntos, ella lo llev? al aeropuerto. Mientras lo abrazaba para despedirse, le dijo que por fin había vuelto el hijo que conocía.

  • #2
    Re: La historia del chico que se prostituía por Internet





    Ya no existe la pagina?


    FAN DE MISHE

    "Zombie de thriller" By Mishelle

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    • #3
      Re: La historia del chico que se prostituía por Internet

      hay BW.. el chiste es acabar con eso no darle mas publicida'!
      hffehkhhjfsd sigpic Vive tu vida de tal manera que cuando tus pies toquen el suelo en la mañana, el diablo se estremezca y diga.... "En la madre!.... ya se levantó!!"

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      • #4
        Re: La historia del chico que se prostituía por Internet

        Ske se vio muy interesante


        FAN DE MISHE

        "Zombie de thriller" By Mishelle

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        • #5
          Re: La historia del chico que se prostituía por Internet

          vaya historia

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          • #6
            Re: La historia del chico que se prostituía por Internet

            ya ve a muchos pensando como contactar para quitarse la camisa..si son barbaros aqui...
            hffehkhhjfsd sigpic Vive tu vida de tal manera que cuando tus pies toquen el suelo en la mañana, el diablo se estremezca y diga.... "En la madre!.... ya se levantó!!"

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            • #7
              Re: La historia del chico que se prostituía por Internet

              De aqui? na no te creo


              FAN DE MISHE

              "Zombie de thriller" By Mishelle

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